6 de septiembre de 2014

¡“Renace la alegría”!

¡“Renace la alegría”!

Irmã Amelia compartilha sua alegria nos serviços pastorais prestados. Encontrando forças em Deus e pessoas que compartilham a sua fé. Diz que esas pessoas são para ela sacramentos da vida. Ela acompanha um grupo de adultos, em preparação para os sacramentos e formação bíblica.

            Es maravilloso leer la Exhortación Apostólica  “La alegría del evangelio” e ir sintiendo, sintonizar toda su mensaje, con los clamores y sentir del pueblo sencillo, ¡qué bien lo entienden! o mejor dicho, ¡qué bien los entiende el Papa! es para dar gracias a Dios, por esta fuerza de su Espíritu, que renueva y recrea a la Iglesia, haciéndola caminar más de cerca tras las huellas de Jesús.
            En los servicios Pastorales, que he podido ir ofreciendo,  tanto con campesinos, como con indígenas o con la gente trabajadora de aquí de Ñemby, llegada la mayoría de emigrantes del campo, donde los grandes sojeros y ganaderos se van apropiando los campos y los pequeños campesinos o sus hijos, se ven apremiados a salir en busca de mejores condiciones de vida;  soy testigo, que en verdad, la Alegría del evangelio, es siempre nueva, gozosa, inigualable.

          
  La  llamada vocación, apostólica, misionera, con la que vine, se ha ido transformando, hoy me siento más evangelizada, que evangelizadora,  ¿qué hubiera sido de mí, sino estoy en contacto, con estos hermanos…? No lo sé, ¡claro que mi fuerza es Dios! pero “estos” han sido el sacramento, del que se valió;  no es que me ayudo su pobreza, no, de ninguna manera, siempre luchando y sufriendo por ella, sino su sencillez en compartir, en ser solidarios, en vivir el evangelio, casi sin saberlo muchas veces y en circunstancias muy difíciles.

            Por tener más oportunidades de formarme, tuve y tengo la alegría de poder compartir el evangelio con tantos de estos hermanos/as  sencillos, sedientos de Dios.

            Acompaño grupos de gente adulta, para la preparación a los Sacramentos, algunos para el bautismo, primera confesión y Comunión, pero sobre todo a la Confirmación y Formación Bíblica.   Tenemos cada año  un curso de nueve meses, y cada año, cada día, siento que transmitir el mensaje de Jesús, es en verdad nuevo, es vida, es alegría, como nuevos y distintas son las caras,  las personas que lo acogen, así es que “… toda autentica acción evangelizadora es siempre nueva” nº 11 E.G.

            Es una alegría muy grande  experimentar cómo la gente y yo también, el acoger el mensaje de Jesús, nos  libera, muchas veces  de la vieja imagen del Dios Todopoderoso,  justiciero y castigador de nuestros pecados;  por la imagen del Dios-Madre- Padre de Jesús  y nuestro,  pues si algo sabemos de Dios, por JESUS, es que es AMOR,  misericordia, bondad, ternura, perdón, siempre Padre de puertas y brazos abiertos para acogernos.

            Experimentar, el ver crecer a otros/as, en ese conocimiento y amor a Dios, en esa alegría de sentirse con mas dignidad de personas buenas, ese es el  gran  gozo y la alegría que Dios nos da, cuando de veras queremos transmitir nuestra experiencia de “EL” a  otros hermanos que le buscan,  con quienes El, se identifica y les conoce y ama primero. 

            Es una alegría que no pasa, que nadie nos podrá arrebatar y que es lo único que queda y da paz de verdad.  Deseo que todos/as la puedan disfrutar.  Saludos fraternos.

Hna.  Amelia Fernández García                                                Ñemby Paraguay

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