PARAGUAY:
¡COMO ME DUELE MI PAIS!
Desde el 15 de junio de 2012, con la matanza de policías y campesinos, en Curuguaty, Paraguay fue viviendo acontecimientos muy fuertes que han marcado su historia. Lo sucedido en Curuguaty fue el triste desenlace y una “excusa” para destituir al presidente Fernando Lugo por ciertos grupos políticos que no han podido digerir su derrota en las elecciones del 2008.
La clase política, sobre todo la más poderosa que ha dirigido por seis décadas, nunca ha mirado el bien común, solo ha luchado por llegar al poder con promesas que no las cumplen, más bien se aprovechan para enriquecerse.
A los paraguayos, nos falta mayor conciencia cívica, sentirnos más partícipes del destino que vamos viviendo… el pueblo solo es útil en las elecciones y luego se le olvida. Nuestra mirada ha de ir más allá de lo personal y familiar. Es urgente ampliar nuestro horizonte y sentirnos y actuar como país.
Los sesenta años de dictadura que hemos tenido en nuestra historia nos ha atrofiado la capacidad de pensar, manteniéndonos en el silencio, “prohibido pensar” (aquel que pensaba era peligroso), prohibido opinar y menos reclamar... porque según los que están arriba, “Todo está bien”, y “vivimos en paz y progreso” aunque sabíamos que no era así.
Aquel partido perdedor (Asociación Nacional Republicana) del 2008, no se cansó de perseguir al gobierno que asumió en aquel entonces buscando estrategias para dejarle mal parado y lo consiguieron, y nosotros no reaccionamos a tiempo como ciudadanos.
Fernando Lugo y un grupo de paraguayos preocupados por el país han querido hacer de otra manera las cosas, han iniciado una mayor atención a las necesidades urgentes de la población. Este gobierno ha hecho muchas cosas buenas que en otro tiempo no lo hicieron, por ejemplo ha mejorado el nivel de la salud, la educación, la tierra, la atención a la tercera edad… Y esto molesta a los poderosos.
En esta ocasión, el Partido Liberal, partido que había apoyado a Lugo para ganar la presidencia es el que se le opuso para dejarle mal parado buscando excusas para dañar el proceso y así lograron apoyado por los otros partidos el supuesto “juicio político”, destituyendo al presidente. De esta manera han cortado el proceso de democratización que realmente estuvo por el camino del cambio.
Estoy dolida por mi país porque como ciudadanos no reaccionamos suficientemente y hemos permitido y tolerado tantas injusticias. Al mismo tiempo creo firmemente que de alguna manera en los cuatro años de gobierno de Lugo el pueblo ha ganado mucho
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