El encuentro estuvo nutrido de diferentes voces, privilegiándose la de aquellas organizaciones de la sociedad civil que desde hace años trabajan contra la estigmatización de las personas con VIH o con SIDA, como así también de aquellas organizaciones que luchan por el acceso al tratamiento de salud correspondiente, por el derecho a no ser discriminado/a, por la igualdad de derechos para todos y todas los seres humanos sin distinción de raza, color, orientación sexual o identidad de género. En este sentido, estuvieron presentes: Lohana Berkins, activista de la comunidad trans argentina que en 1994 fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), que preside hasta la actualidad. Fue impulsora de la ley 3062 de respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales y Marcelo Ferreyra, Coordinador del Programa para América Latina y el Caribe de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos para Gays y Lesbianas (International Gay and Lesbian Human Rights Comisión)
El Plan Estratégico de ONUSIDA también fue abordado desde una perspectiva teológica, en especial el eje que tiene como objetivo “Llegar a cero discriminación”. Tres miembros de la Comisión Ecuménica en VIH y SIDA, el Lic. Gerardo García Helder, el Lic. Sergio López y el Prof. Lisandro Orlov, realizaron sendas lecturas bíblico-teológicas a través de las cuáles interpelaron a los presentes a no desoír el llamado de Dios para con los vulnerados, los sufridos, los que son diferentes a uno pero, en definitiva, son todos y todas creados a imagen y semejanza de Dios.
Entre los presentes hubo consenso en cuanto a que el camino debe ser trabajar en conjunto y no cada uno por su lado, y que la estrategia de acción debe tener como eje central la vinculación y el relacionamiento constante con diversos actores, ya sean públicos o privados.
Como iglesias hemos sido llamados por Dios para ser comunidades inclusivas que vivan la gracia de Dios, tal como la conocemos en Jesucristo. Si queremos ser fieles a Dios debemos involucrarnos. ¿Queremos seguir siendo parte del problema o comenzar a ser parte de la solución?
Siento que la vida y la integración es un desafío de todos los días y el haber participado con estas personas me llevo a pensar y sentir que la vida sigue reclamando en estos grupos vulnerables y muchas veces discriminado por la sociedad y la iglesia, ojala podamos hacer camino de integración y respeto con todos ellos a mi me toco fuertemente el corazón el haber compartido estos días.
Con cariño y en J.M.J. les saludos - Alicia - Cdad de Buenos Aires.
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