De veras nos sentimos llenos de un
orgullo sano, al ver al Papa tan feliz, a pesar del cansancio que traía de su
recorrida por América Latina. Paraguay
le recibió con alegría, cariño y amor, hasta la naturaleza se prestó, pues
cuando, el avión aterrizó y al asomarse el Papa para desembarcar en suelo
paraguayo, a pesar de la lluvia en ese momento salió un radiante sol, la gente
lo interpretó como señal divina de que llegaba el mensajero de la luz, fe y
esperanza.
El pueblo paraguayo supo valorar y nutrirse de esta visita tan especial,
preparada cuidadosamente a todos los niveles, durante este tiempo. Hemos rezado
con fe y esperanza, seguros de que el Papa venía a confirmar, bendecir y a traernos
alegría, y paz.
Una intensa actividad de este hombre tan especial, tan humano y cercano que supo sentirse en su casa
y con los suyos al expresar sencillamente, su alegría, su entusiasmo, su
cansancio...lo comprendimos.
Todas las hermanas de la Sagrada Familia estuvimos vibrando también con
su visita, haciendo presencia en medio de nuestro pueblo. Hay tantas cosas que
quisiéramos compartir de todo lo vivido en estos días, pero lo que más nos ha
tocado el corazón intentaremos transmitirles.
El Papa conocía bien la realidad de nuestro país, la situación de este
pueblo tan sufrido, de los clamores de los más necesitado, de la corrupción,
las injusticias...su mensaje se dirigía a todos, por eso cada uno sabemos qué
nos toca y cuál es nuestro compromiso al que hemos de responder como cristianos
y ciudadanos. El mensaje del Papa fue de
esperanza, aliento y fortaleza a toda la
población.
Algunas expresiones que dejaron huellas en nuestros corazones fueron sin
duda que el Sumo Pontífice se mostró esperanzado con el futuro de un país que
plantea sus problemas:
ü “Un pueblo pasivo es un pueblo
muerto. Parece que Paraguay no está muerto”.
ü “Que importante es que ustedes, los
jóvenes, vayan intuyendo que la felicidad pasa por la lucha de un país
fraterno”
ü
“No tengan miedo en dejar todo en la cancha, jueguen limpio y con todo. No coimeen al réferi”
ü “Una valoración real de los pobres exige
estar dispuesto a aprender de ellos” “Tienen mucho que enseñarnos”
“Hay que respetar al pobre, no usarlo para lavar nuestras culpas”
ü “La fraternidad, la justicia, paz y
dignidad son concretas, si no, no sirven”
ü “Las personas cuya vocación es ayudar al desarrollo
económico deben velar para que tenga rostro humano.”
ü “Cuando hay amor y voluntad de servir, es
posible crear condiciones para que todos accedan a lo necesario”
ü “El compromiso, la entrega son valiosos y
no son como para andar por la vida como anestesiados”
ü “Amen a su patria, sus conciudadanos y, sobre todo a los más
pobres,.... primero la patria, después mi negocio....demuestren que otro modelo
de desarrollo es posible”
ü “Al escuchar discursos grandilocuentes,
cuando uno conoce a la persona que habla, dice: “Qué mentiroso sos!”
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