problemáticas
de distintas índoles, sean estas, económicas, culturales, éticas, etc. son
privados de sus derechos principales, derecho que a todo niño y niña se le debe
otorgar, ya sea alimentación, vivienda, educación, contención, identidad etc.
Estos mismos son víctimas de un estigma social que los comprime en sus
esperanzas, capacidad de desarrollo y sus expectativas de realización, muchos
de ellos comienzan a consumir drogas, alcohol, y también a prostituirse.
Somos
parte de una comunidad cristiana y, en
cuanto tal, estamos llamados a evangelizar, transmitir la fe con nuestra forma
de vivir y trabajar. Como miembros de la Iglesia y como comunidad cristiana estamos
convocados para esa misión.
En
la Casita de Nazaret tenemos como propósito contribuir en la
educación de los niños y niñas desde el Mensaje de Jesús de Nazaret, ofreciendo
una alternativa humanizadora caracterizada por los valores de: la fraternidad,
el servicio a los demás, la justicia, el respeto, la solidaridad, el
compromiso… y la fe en nuestro Padre Dios, generando así
contención y prevención para los niños y niñas de nuestro barrio.
Estamos felices y
agradecidos. Felices porque comienza un nuevo camino, florecen nuevas
historias que tendrán sus frutos, porque con mucho esfuerzo y trabajo se pudo
lograr este sueño, pero más felices y también esperanzados de que esas nuevas
historias crecerán y serán parte del espacio que supimos y logramos construir
como comunidad y junto a ustedes. Agradecidos porque nuestros logros no serían
posibles sin ustedes, sin su compromiso y apoyo.
¡Gracias a todos por
su compañía y confianza!
Romina, Stephanie, Roció,
Cesar, Florencia y
Ana María
Operadores de la “Casita
Nazareth”
B° Almafuerte-Buenos
Aires
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