Hace pocos días hemos terminado el Consejo General Ampliado. Seguramente la mayoría ha podido seguir la marcha a través de la página web. ¡Es hermoso que podamos contar con estos medios, para participar todas de estos encuentros que nos conciernen! y es hermoso que haya hermanas que comunican lo que van viendo, a las que no pueden tener acceso directo!. Ha sido mi primer CGA y puedo decirles que ha sido un tiempo de rica búsqueda y participación. Continuar abriendo la mente y el corazón a la nueva visión, seguir experimentando que nuestro Carisma de Comunión es fuente de vida para el universo, participar activamente como líderes responsables de favorecer la vida de todo el Instituto, ha sido gracia y tarea que hemos intentado asumir:
· Viviendo conectadas con nuestra fuente interior para escuchar los gemidos del Espíritu, para lo que nos han ayudado las oraciones de cada día.
· Abiertas a las manifestaciones de cada participante, desde su cultura y su experiencia y acogiendo los gemidos del universo que cada una traía.
· Cambiando nuestras posiciones a la luz de las diferentes intervenciones logrando un tejido nuevo, hecho de vidas compartidas, aportes asumidos o cuestionadas, que el Espíritu iba entretejiendo para que el Proyecto de comunión de nuestro Buen Padre, siga vivo y actualizado para este tiempo.
Sabiamente animadas por el Consejo General fuimos tocando todos los temas que hacen a nuestra vida: Nueva visión iluminada a su vez por un equipo de JPIC, Vida comunitaria, Formación, Comunicación… y hasta la casa de Martillac reformada. Es tiempo de novedad, de audacia, de raíces cada vez más hondas y alas más y más ágiles para vivir arraigadas en el Amor y disponibles para acudir allí donde la vida reclama. Pronto tendremos las asambleas en los diferentes países donde todas podrán participar de estas mismas búsquedas y confirmaciones. Tenemos una bella Familia. Sigamos disfrutándola. Es Don y compromiso!
· Viviendo conectadas con nuestra fuente interior para escuchar los gemidos del Espíritu, para lo que nos han ayudado las oraciones de cada día.
· Abiertas a las manifestaciones de cada participante, desde su cultura y su experiencia y acogiendo los gemidos del universo que cada una traía.
· Cambiando nuestras posiciones a la luz de las diferentes intervenciones logrando un tejido nuevo, hecho de vidas compartidas, aportes asumidos o cuestionadas, que el Espíritu iba entretejiendo para que el Proyecto de comunión de nuestro Buen Padre, siga vivo y actualizado para este tiempo.
Sabiamente animadas por el Consejo General fuimos tocando todos los temas que hacen a nuestra vida: Nueva visión iluminada a su vez por un equipo de JPIC, Vida comunitaria, Formación, Comunicación… y hasta la casa de Martillac reformada. Es tiempo de novedad, de audacia, de raíces cada vez más hondas y alas más y más ágiles para vivir arraigadas en el Amor y disponibles para acudir allí donde la vida reclama. Pronto tendremos las asambleas en los diferentes países donde todas podrán participar de estas mismas búsquedas y confirmaciones. Tenemos una bella Familia. Sigamos disfrutándola. Es Don y compromiso!
Tere Beck
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