2 de abril de 2011

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER


El 8 de marzo lo vivimos con ilusión, como comunidad y con otras mujeres. Con este motivo preparamos un encuentro de reflexión-oración y celebración festiva e hicimos una invitación general en la Capilla del Barrio. Llegado el momento, una lluvia torrencial casi nos hizo fracasar en nuestro intento, ya que las calles se volvieron intransitables. Pero como ya habían llegado antes unas 20 mujeres, pudimos desarrollar lo programado. Ambientamos teniendo en el centro la imagen de María, la mujer por excelencia y fotos de mujeres de diferentes culturas y situaciones.

Comenzamos haciendo memoria de la lucha y el sacrificio de las mujeres obreras que motivaron que este año estemos celebrando los 100 años del inicio del DIA DE LA MUJER TRABAJADORA y el largo camino hecho… y lo que resta por hacer a favor de la mujer en el mundo. Se proclamó la lectura de Prov. 31, la alabanza a la mujer sabia, perfecta y luego una reflexión en grupos en base a dos preguntas orientadoras respecto al hoy de la mujer y de nosotras mismas. Era admirable cómo brotaba el compartir de experiencias tan hondas, sus luchas para salir adelante, sus sufrimientos y alegrías. Allí estaba Lucía con su nuera Gladys, como una Noemí y Ruth de hoy, apoyándose, en sus dificultades de pareja y familia . Estaba María, feliz por el cariño y valoración que le expresan sus hijos…las más jóvenes formaron su grupo y era tan bonito escuchar su admiración por sus mamás y abuelas, sus deseos de aportar lo que ellas son y están llamadas a ser. Tampoco faltaba Rita, madre de adolescente metido en la droga, que solo acertó a compartir sus lágrimas. Después del compartir general, nos acercamos al Documento de Aparecida en los números 451 al 458 y nos preguntamos qué valoración hacen nuestros pastores de América Latina sobre la mujer, así como nuestro aporte en la familia, en la Iglesia y sociedad. Como conclusión un poco rápida, nos alegramos con estos números, que abren a propuestas esperanzadoras en un horizonte muchas veces cerrado a dar pasos concretos respecto a la mujer en la iglesia.

En ambiente de oración fuimos recordando a otras mujeres del mundo, uniéndonos a sus clamores, compartiendo sus esperanzas. Una sencilla mesa preparada con los aportes de cada una puso la nota alegre, brindamos por todas y nos despedimos, no sin antes concretar una próxima fecha de encuentro, que esperamos ir haciendo realidad una vez al mes y así seguir apoyándonos en la vida y en la fe.
Lola Alcoz
Comunidad de POSADAS

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