¡“Renace
la alegría”!
Irmã Amelia compartilha sua alegria nos serviços pastorais prestados.
Encontrando forças em Deus e pessoas que compartilham a sua fé. Diz que esas
pessoas são para ela sacramentos da vida. Ela acompanha um grupo de adultos, em
preparação para os sacramentos e formação bíblica.
Es maravilloso leer la Exhortación
Apostólica “La alegría del evangelio” e
ir sintiendo, sintonizar toda su mensaje, con los clamores y sentir del pueblo
sencillo, ¡qué bien lo entienden! o mejor dicho, ¡qué bien los entiende el
Papa! es para dar gracias a Dios, por esta fuerza de su Espíritu, que renueva y
recrea a la Iglesia, haciéndola caminar más de cerca tras las huellas de Jesús.
En
los servicios Pastorales, que he podido ir ofreciendo, tanto con campesinos, como con indígenas o
con la gente trabajadora de aquí de Ñemby, llegada la mayoría de emigrantes del
campo, donde los grandes sojeros y ganaderos se van apropiando los campos y los
pequeños campesinos o sus hijos, se ven apremiados a salir en busca de mejores
condiciones de vida; soy testigo, que en
verdad, la Alegría del evangelio, es siempre nueva, gozosa, inigualable.
Por
tener más oportunidades de formarme, tuve y tengo la alegría de poder compartir
el evangelio con tantos de estos hermanos/as
sencillos, sedientos de Dios.
Acompaño
grupos de gente adulta, para la preparación a los Sacramentos, algunos para el
bautismo, primera confesión y Comunión, pero sobre todo a la Confirmación y
Formación Bíblica. Tenemos cada
año un curso de nueve meses, y cada año,
cada día, siento que transmitir el mensaje de Jesús, es en verdad nuevo, es
vida, es alegría, como nuevos y distintas son las caras, las personas que lo acogen, así es que “…
toda autentica acción evangelizadora es siempre nueva” nº 11 E.G.
Es una
alegría muy grande experimentar cómo la
gente y yo también, el acoger el mensaje de Jesús, nos libera, muchas veces de la vieja imagen del Dios Todopoderoso, justiciero y castigador de nuestros
pecados; por la imagen del Dios-Madre-
Padre de Jesús y nuestro, pues si algo sabemos de Dios, por JESUS, es
que es AMOR, misericordia, bondad,
ternura, perdón, siempre Padre de puertas y brazos abiertos para acogernos.
Experimentar, el ver crecer a otros/as, en ese conocimiento y
amor a Dios, en esa alegría de sentirse con mas dignidad de personas buenas,
ese es el gran gozo y la alegría que Dios nos da, cuando de
veras queremos transmitir nuestra experiencia de “EL” a otros hermanos que le buscan, con quienes El, se identifica y les conoce y
ama primero.
Es una alegría que no pasa, que
nadie nos podrá arrebatar y que es lo único que queda y da paz de verdad. Deseo que todos/as la puedan disfrutar. Saludos fraternos.
Hna. Amelia Fernández García
Ñemby Paraguay
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