13 de septiembre de 2014

Invitados al banquete

Invitados al banquete

Irmã Tere, compartilha uma reflexão que nos convida a oferecer o dom que temos e somos, abrir as portas de nossas vidas e nossas casas para se juntar aos nossos irmãos / irmãs para o banquete aberto para celebrar o dom da comunhão .

                 Meditando sobre el texto de Lc ,14.15: “Feliz el que tome parte en el  Banquete del Reino de Dios”…me vino la pregunta y ¿cuál es ese banquete hoy?
            Y  la respuesta que surgió  desde dentro es: el banquete es mi propio corazón. El banquete  es mi propia vida abierta a que todos puedan entrar, un banquete en el todo lo que somos y tenemos está ahí,  disponible para que quienes lo necesiten puedan saciar su hambre, su sed, su necesidad de abrigo, de ternura, de perdón, de luz. El banquete, Jesús lo está ofreciendo hoy, a través de cada una/o de nosotras/os.  El banquete está preparado. Lo preparó el Padre…Hay muchos dones para compartir: Capacidad de escucha, de acogida, de caminar en el mismo barro, de organización que favorezca la vida, de  compartir lo que hemos aprendido, de orar juntos…. Todo Don es para ser compartido. Solo así crece. ¿Abriremos  las puertas para que los pobres entren y coman de nuestro banquete?

             Pero no solo estamos  invitadas/os a abrir las puertas del banquete  de nuestra vida, sino  que estamos invitados a ir al banquete que nos ofrecen los demás. El banquete que nos ofrecen nuestros vecinos del fondo, por lo que ya, nuestra comunidad, abrió un portón que nos permita un mejor  acercamiento a ellos.

            El banquete que nos ofrece cada hermana/o de comunidad, de la Red, del Instituto, de la Familia,   con sus luchas, sus sueños, sus desencantos, su capacidad de resurgir de las cenizas.  El banquete que nos ofrecen  todos los excluidos del sistema que con sus gritos  o sus silencios nos están diciendo: ¡Vengan  tenemos un tesoro para ser compartido…!

            Y sentí que un nuevo sueño comenzó a tomar cuerpo. ¡Es posible abrir portones, es posible celebrar  banquetes de puertas  abiertas, sintiendo latir el corazón al unísono, porque la comunión es un don, la humanidad nacimos unidos por  venir del mismo Creador, solo tenemos que abrir  las puertas del corazón y muchos portones más para que nuestras vidas se mezclen y toda lucha termine en fiesta!.

Tere Beck
  Resistencia-Chaco

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