Lo diferente nos renueva,
nos vuelve a poner en camino
Diana compartilha sua experiência na Residencia
com as jovens, em Quitilipi: um lugar que permite o cuidado da vida numa
sociedade que a
cada dia parece querer
destrui-la.
Quiero compartir con ustedes
la experiencia que voy viviendo en este tiempo en tierras Argentinas, en la Comunidad
de Quitilipi. La misión está enfocada en
las chicas de la Residencia “Sagrada Familia”, consiste en brindar a las chicas
un hogar para estudiar pero lo más importante es la educación que se les da a
todos los niveles, se sostiene la vida, en muchos casos se vuelve a sembrar en
historias rotas esperando que la vida vuelva a renacer y ese futuro a veces es incierto.
Mi paso por aquí es más de estar con
las chicas cuando necesitan un abrazo,
una palabra de aliento; de escucharlas
cuando no pueden contener sus penas y necesitan llorar, la presencia y
el silencio les ayuda desahogarse; en estas vivencias se aprende a acallar las
ideas y en el silencio del corazón acoger estas vidas, expresar con gestos lo
que con palabras no les puedes decir ; al final es eso lo que cuenta para
ellas, si te sientas a escucharlas, si caminas, si ríes, si te interesas de
cómo les va, si les ayudas hacer las tareas…Son formas de mostrarles que sus
vidas te importan. Es una rica experiencia de cuidar la vida en una sociedad
que cada día parece que busca destruirla.
Esta experiencia me ha hecho pensar
en momentos en San José que en el silencio cuidaba del Niño y su Madre; me
lleva a releer mi paso por aquí, llegué justo el día en que se celebraba la
Fiesta de San José Obrero. Para mí fue providencial pues Él es mi compañero en
este camino donde lo más lindo para mí ha sido
encontrarme con la ternura de Dios e intentar devolver esa ternura, se
vive día a día y se comprende que la vida es un caminar junto a otr@s.
Me siento muy feliz y agradecida con todos ustedes por
acompañarme con sus oraciones, por permitirme vivir una experiencia diferente
donde la presencia de Dios me ha acompañado
de forma muy concreta a través de gestos
y personas que con su acogida, sus palabras me hacen sentir en casa,
cosas tan sencillas pero que dicen mucho y ayudan a entrar en una cultura
diferente, un encuentro diferente con Dios. Esta es mi experiencia en estas
tierras lejanas antes y hoy tan querida para mí.
Que la Sagrada Familia siga acompañando
nuestro caminar, nos alienten en nuestros anhelos de construir la Comunión y
cuidar la vida.
Diana Ruiz Morales.
Quitilipi-
Chaco
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