5 de septiembre de 2010

Semana Nacional de Conferpar

Semana Nacional de Conferpar

Como es tradicional cada año, más de 500 religiosos/as del país participamos en Asunción en la Semana Nacional , los días 7, 8 y 9 de Julio. Este año la Semana tuvo como motivo añadido la celebración de los 50 años de Vida de Conferpar.

El tema central fue: “Memoria y Profecía a la luz de la Palabra y de la Vida de los/as testigos en América Latina”. Nos ayudó en la reflexión el P. Sergio Montes, joven Jesuita Boliviano.
Escribo aquí algunos puntos que me parecieron importantes en su reflexión y que tal vez puedan iluminar a otras.

Como punto de partida dejó bien asentado que él no tiene la receta, la “Solución” hacía donde ir la Vida Religiosa, sino sólo algunas intuiciones. Y que si bien, por mucho que intentemos refrescar el pasado, la Tradición, nuestros Carismas, experiencias que fueron buenas en su momento, tenemos que caer en la cuenta (y más vale antes que después) de que todo ello se halla cuestionado.

Hoy asistimos a un CAMBIO DE EPOCA, CRISIS DE CIVILIZACIÓN, una CRISIS DE HUMANIDAD, un verdadero TSUNAMI que repercute en esferas eclesiales y, por ello, en la vida religiosa. La pregunta que nos tenemos que formular es si verdaderamente lo percibimos o si nos consolamos mutuamente diciendo: “ya pasará” ¿Nos inquieta? ¿Nos da miedo o resistencia? ¿Nos entusiasma y perturba? ¿Nos plateamos una verdadera renovación personal y comunitaria? Lo triste sería que nos dejase igual.

Tomando Lucas 5, 1-11 La Pesca Milagrosa”, encontramos una invitación a la desinstalación a la que nos llama el Espíritu:

* Las dos orillas - Cambiar de orilla , dejar una para pasar a la otra, posibilidad de cambio de espacios, sin dejar de anunciar el reino

* Remar mar adentro – Para ser discípulas en la línea de Aparecida, hemos de embárcarnos hacia lo desconocido, dejar las seguridades, echar las redes continuamente aunque sea de noche y allí encontraremos a Jesucristo nuestra única esperanza y se acrisolará nuestra fe y confianza en Él.


En cuanto a hacer MEMORIA ¿Qué nos aporta y cómo hacerla? Siguiendo el texto de Emaús, podemos hacer memoria de la mente (hechos) y del corazón (sentimientos) , pero sobretodo tenemos que hacer memoria del Espíritu, aquella que actualiza las otras memorias y las coloca en un continuo presente. Descubrir al Espíritu en la escucha, el discernimiento y el compromiso. Hemos de saber reconocer a Jesús en el Partir el Pan. No pretender vivir lo que fue el pasado buscando una revancha histórica por lo que no fue o podría haber sido. Como vida religiosa estamos en una situación de perplejidad , desconcierto, angustia frente a los hechos que se presentan: escasez de vocaciones, envejecimiento, salidas, sobrecarga.... Nos preguntamos ¿Qué hacer?

Aquí es donde cobra sentido hacer memoria de la vida religiosa, concretada en algunas vidas ejemplares y testimoniales, pues las intuiciones que ellas y ellos tuvieron, propias de sus tiempo, nos desafían a buscar nuestras propias intuiciones.

Les pregunto… ¿y no es algo así lo que nos ha llevado a la conformación de la RED? sigamos dándole vida.

Otras luces que aportó fueron respecto a la :LECTURA SAPIENCIAL DE LA REALIDAD ¿Es que la voz de Dios se ha acallado? Por la fe sabemos que su Palabra es una Palabra viva, que continúa manifestándose y actuando en medio de la historia humana . Hemos de tratar de descubrir cuáles serían los criterios para interpretar la realidad que nos toca vivir, contextual e históricamente muy distinta a la de Jesús. Será el reto que juntos y juntas afrontaremos. No se puede vivir de “recetas “más o menos adecuadas y ”fieles” al evangelio , si es que no se parte de la realidad concreta sobre la cual hacer una lectura sapiencial.

La actitud de la Vida Religiosa a ser profundizada hoy es la de HUMILDAD para saber callar y aprender a escuchar de un modo nuevo. Escuchar nuevamente, con oídos mente y corazón renovados los gemidos de la Tierra – Humanidad y los susurros del Espíritu. Tendríamos que tener el coraje de dejar de ser maestras para volver a ser discípulas. Podríamos preguntarnos
¿Dónde están los sabios y sabias de la Posmodernidad? ¿Dónde está la sabiduría de la Vida religiosa en la crisis de civilización actual?

Siguiendo las palabras de los Proverbios, tendríamos que ser capaces de Escuchar y aprender de la realidad. Caminar con las luces cortas de lo cotidiano y las luces largas de lo que está por encima de la cotidianidad, sin quedarnos en las anécdotas, hechos aislados, sino saber interpretar lo que se mueve por debajo y, a partir de ello, dejarnos interpelar para discernir y generar un espíritu crítico.

El sabio, la sabia, no es la que siempre tiene algo que decir, muchas veces necesita meditar, reflexionar, nutrirse de más información, escuchar otras realidades, etc. antes de decir una palabra.

Nos cuestionamos a cada momento sobre quiénes somos y qué queremos hacer ahora pero eso sólo será posible si estamos en contacto con el otro /a, distinta y diversa, que tal vez no espera nada de nosotros, sino el poder compartir la vida con ellos, como alguien diferente, capaz de amar, de dar motivos de esperanza. A lo mejor no hay ninguna postura a tomar, sino la del Reino, anunciada ya en las Bienaventuranzas.

Ya lo dijo nuestro Fundador “SOLO DIOS”.

María Dolores Alcoz
Cdad. Mariscal Estigarribia - Paraguay

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