2 de febrero de 2010

Mi paso... sencillo... agradecido... por Jimbe

A las puertas de mi cambio para Lima, la reportera me ha pedido un artículo para la revista sobre el paso por Jimbe (por casi 3 años).

¿Qué puedo contar? Lo que guardo y siento en mi corazón es un agradecimiento grande hacia el pueblo y la gente que me ha tocado tratar de cerca, conociendo y compartiendo su cariño y acogida.

No he llegado a conocer la mayoría de los caseríos lejanos en su totalidad, los visitan las otras hermanas, agentes pastorales y sacerdote, excepto los más cercanos que me ha sido posible frecuentar.

Mi dedicación favorita, es acompañar a las Legionarias de Santo Rosario, cada semana en el caserío Cruz del Siglo, a un grupo de ancianitas dedicadas a orar por el pueblo.

Los enfermos son otro punto que me atraen, visitando Huanca, un caserío cercano, me encuentro con Edwin un joven de 30 años que apenas aparenta tener 15 años, postrado en su cama desde hace más de 20 años, trato de imaginarme lo que guarda en su mente, no habla pero su mirada es muy expresiva. Su mamá Margarita, lleva esa cruz que también pesa sobre ella.

Walter, un parapléjico en silla de ruedas, con quien comparto la Palabra de Dios una vez por semana, etc. etc.

Estas cositas y otras, son las que me han llenado de gratitud al Dios de la Vida, por la oportunidad que me ha dado de trabajar en esta misión.

Siento que este año, aquí en la Parroquia de Jimbe, se va despertando el interés de trabajar por el pueblo, caseríos, el apoyo del nuevo párroco se nota, por su entusiasmo y deseo de evangelizar a todos.

Ahora entendiendo como voluntad de Dios, me preparo a ir a otra parte, aunque a veces la nostalgia me apena un poco, pero lo importante es seguir a Él que sabrá hacerlo y hacerme feliz.

Arantxa Ariztondo
Comunidad de Jimbe - Perú

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