21 de diciembre de 2009

La misión gratifica


Estamos finalizando el año cronológico y coincide con el Año Académico de la Educación Básica Regular (EBR), en una Institución Educativa Estatal (IEE), donde comparto junto a varias personas el trabajo de la enseñanza, la fe en Dios, así como muchas otras preocupaciones de la Vida.

Un grupo de estas personas que venimos del año pasado reuniéndonos más asiduamente para compartir la Fe en Dios, nos congregamos una vez por semana para orar, después de terminar la jornada laboral…mientras la mayoría corre con gran prisa al marcador electrónico para ir a sus hogares u otros trabajos, es hora del almuerzo.

Estas personas todas tienen familia, alguien que los espera en la casa con urgencia, pero ellas hacen un alto a todo para dar paso “a estar con Dios en la oración”, para mí es admirable. ¿Qué motiva a estas mujeres a hacer esto?, un ansia de escuchar, acogerla, dejarse tocar por la Palabra de Dios. Y hablar también ellas desde el corazón, de sus sentimientos, preocupaciones, esperanzas….de la vida. Nuestra oración durante todo el año es Mariana, por el rezo del Rosario, “por María a Jesús”, alternamos con otras oraciones, seguimos muy de cerca La guía de la Liturgia de la Palabra, que es muy rica y novedosa, con ella nos alimentamos.

Al inicio avisamos a las amistades, hubo una buena respuesta, luego se fueron retirando, hemos quedado un grupo de 6 personas, todas mujeres, en 2 ó 3 ocasiones han venido uno u otro varón para orar por su familia.

Qué bueno Encontrar en la oración: el descanso, fortalecimiento de nuestra fe y buenas energías para luego compartir con la familia educativa, espiritual y de sangre.

El 2º Domingo de Adviento nos volvimos a encontrar con mucha ilusión, en el momento de expresar nuestras intensiones, hablaron dos sus peticiones y la tercera dijo: “Yo quiero agradecer a Dios, a mi mamita la Virgen María, porque me siento amada, favorecida por ellos…vuelvo a compartir la maternidad con María, lo he deseado tanto tiempo…de corazón doy gracias por este gran regalo.” (Antes que iniciáramos el grupo ella tenia ansiedad por salir embarazada…y no lo conseguía, comenta a su ves que aquí encontró la paz, la armonía…. Que buscada. Había tenido una experiencia frustrante en su fe por la muerte de su papá…)

Puedo afirmar que la oración es un tiempo de nuestra vida que le dedicamos a Dios, para estar con Él y llenarnos de Él. Damos nuestra propia vida, a Aquel que nos la regaló. Fortalecidas volver a lo cotidiano, para continuar con nuestra misión.

Con los estudiantes la situación es diferente, mucho más apasionante que lo anterior. Ellos/as tienen otras motivaciones, intereses, ideas, inquietudes, maneras de expresarse…. Así mismo Son muy sensibles a la religiosidad, la mayoría ponen mucho respeto cuando se les habla de Dios, en la oración…. Se puede trabajar con ellos esta dimensión espiritual de su vida y al parecer así se entiende por la “Comisión de Imagen de la Institución Educativa” que ha divulgado un tríptico para La II Feria Educativa 2009, donde se Exponen y venden productos elaborados por los estudiantes isabelinos, dice :” Formación Religiosa, pone en juego alma, mente y corazón, desarrolla la inteligencia espiritual en armonía con los valores, busca el análisis y reflexión de las situaciones diversas de la Vida” (dicho a su manera).

La mayoría de los estudiantes provienen de familias desestructuradas, son carentes de afecto, viven solos…que temen ir a sus casas por lo que se van a encontrar allí, que se sienten mejor en la I.E… y le sumamos que son víctimas de una sociedad de consumo. La verdad hay que llenarse de mucha ternura, paciencia comprensión...para continuar apostando por ellos. Además de ves en cuando Dios se encarga de darnos regalitos por medio de ellos, por decir al terminar la clase, uno expresa: ¡Que lindo el tema!, los demás asienten con la cabeza. O de pronto rompe el aula en aplausos alegres por lo que han recibido, ¡gracias! …. Etc. Son muy afectuosos/as, cuando ellos se comprometen hacer algo para mejorar su disciplina y aprovechamiento cumplen con su palabra.

En la misión no todo es éxito, algunas situaciones , me han preocupado mucho porque no viven los valores cristianos, como espero que lo hagan, (desde luego que para mi trabajo me alimento mucho con la oración, la lectura de la Palabra de Dios, otras lecturas espirituales y capacitaciones también…¿Qué sería de mí si no caminara con Dios?), en una meditación entendí que: “Mi misión es la del sembrador”, sembrar incansablemente, como dice San Pablo de Tarso: “Anunciar la Buena Noticia a tiempo y a destiempo “, sembrar los Valores del Reino de Dios, que quiere que hagamos de todos su Familia, y Él que es el dueño de la Mies se encargará de hacerlo crecer y fructificar. Esta LUZ me dio mucha paz, energía, amor, entusiasmo, renovar las estrategias para continuar mi bella misión. Muy agradecida a Nuestro Buen Dios por permitirme compartir algo de su misión y su compañía.

¡ADELANTE! ¡Nada puede detener su carrera! (PBN)

Rubeni Pejerrey Campodónico
Comunidad de Comas - Perú

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