Por la integridad de la creación a la justicia y paz para todos.
Hemos realizado en comunidad un trabajo que el Consejo de Red nos ha proporcionado, para profundizar y practicar la nueva visión cósmica y ahora lo compartimos por este medio con todas/os ustedes.
En el año 1990, Juan Pablo II incluye el medio ambiente en su mensaje “Paz con Dios creador, paz con toda la creación”. Ya entonces, este mensaje nos despertó y nos hizo ver los peligros de la crisis ecológica para todas las formas de vida en el planeta.
Ahora con más claridad, nos damos cuenta de que la causa de la crisis ambiental es “espiritual y moral”, es cuestión de fe, hoy Dios nos habla también a través de la voz de la tierra, sino escuchamos esta voz y no le damos una respuesta coherente, estamos destruyendo nuestra propia existencia.
La causa del cambio climático es la actividad humana, nuestra irresponsabilidad. Nos hemos desconectado de la naturaleza y de su creador, nuestro creador, lo que Dios había ordenado, lo hemos desordenado y destruido.
Por lo tanto la solución la tenemos en nuestras manos, por eso es muy importante sensibilizarnos y cambiar nuestra acción. Ya no somos el Homo Sapiens, sino el Homo Demens. Al perder el sentido de nuestra existencia, desconectarnos de nuestro creador, nos hemos enfermado y hemos pasado de ser cocreadores a ser destructores.
Nuestra sanación está en nuestras manos, la lograremos cuando nos conectemos de nuevo con nuestro creador y con todos los demás seres, nuestros hermanos como ya lo practicó San Francisco de Asís y muchos hermanos nuestros que nunca dejaron de practicar la sabiduría recibida de sus antepasados.
Nuestro fundador, Pedro Bienvenido Noailles, nos dejó una misión, ser imagen de la Trinidad, como Jesús, María y José y las primeras comunidades. Todos los seres tenemos nuestro origen y meta en la Trinidad, optar por la vida es vivir en interrelación y comunión, trasmitiéndonos la vida que nos está dando.
Escoger la vida hoy, es conectarnos a la Trinidad, trasmitir la vida que de ella recibo como expresión de su amor, lo mismo que los demás seres me lo transmiten a mí, sólo entonces podemos participar plenamente del brindis eucarístico “Por Cristo con Él y en Él”, Jesucristo sigue siendo para nosotras, camino verdad y vida.
Nuestro trabajo de cada día es, sensibilizarnos, orar, y contemplar, por ejemplo como me da vida el agua y a todos los demás seres de la creación, ver también cuantos sufren y mueren por no tenerla.
Ahora que iniciamos el Adviento, contemplemos a María y a todos los demás seres de la creación, como expresan a su creador, dejando que fluya su amor a través de ellos “Hágase en mí según su Palabra”, sea nuestra oración y acción. Entonces la conversión ecológica consiste en construir la comunión desde los pobres de la humanidad y con los pobres de la creación, escuchar su llanto y llorar con ellos, no para vivir llorando sino para dejar de dañar y pasar del llanto a la alegría compartida.
Se hace la Navidad, la palabra se hace carne en Jesús y también quiere hacerse carne en nosotras/os, es tiempo de dejarnos amar, acoger su amor, si lo hacemos estamos escogiendo, sanándonos y salvándonos en comunión con todos los seres de la creación para terminar…
¿Cuál es el regalo que Dios y la creación esperan de nosotras/os en esta Navidad?
Nos parece que podría ser lo siguiente: Reduce, Revitaliza, Recicla.
Que esta Navidad le demos permiso a Jesucristo para que nazca en nosotras/os, que su sensibilidad sea la nuestra, que Él llene nuestras vidas e iniciemos con Él un proceso de sanación, de maduración, de ser y actuar como Hijas/os de Dios, hermanas/os de todos los seres, imagen de la Trinidad.
Si lo hacemos, Él llenará nuestras vidas, cambiará nuestro comportamiento, reduciendo, revitalizando, reciclando, el cambio de comportamiento cambiará nuestra visión.
Aprendamos de la naturaleza, en ella todo se revitaliza para dar más y mejor vida.
Isabel Camino
Comunidad de Comas - Perú
Por lo tanto la solución la tenemos en nuestras manos, por eso es muy importante sensibilizarnos y cambiar nuestra acción. Ya no somos el Homo Sapiens, sino el Homo Demens. Al perder el sentido de nuestra existencia, desconectarnos de nuestro creador, nos hemos enfermado y hemos pasado de ser cocreadores a ser destructores.
Nuestra sanación está en nuestras manos, la lograremos cuando nos conectemos de nuevo con nuestro creador y con todos los demás seres, nuestros hermanos como ya lo practicó San Francisco de Asís y muchos hermanos nuestros que nunca dejaron de practicar la sabiduría recibida de sus antepasados.
Nuestro fundador, Pedro Bienvenido Noailles, nos dejó una misión, ser imagen de la Trinidad, como Jesús, María y José y las primeras comunidades. Todos los seres tenemos nuestro origen y meta en la Trinidad, optar por la vida es vivir en interrelación y comunión, trasmitiéndonos la vida que nos está dando.
Escoger la vida hoy, es conectarnos a la Trinidad, trasmitir la vida que de ella recibo como expresión de su amor, lo mismo que los demás seres me lo transmiten a mí, sólo entonces podemos participar plenamente del brindis eucarístico “Por Cristo con Él y en Él”, Jesucristo sigue siendo para nosotras, camino verdad y vida.
Nuestro trabajo de cada día es, sensibilizarnos, orar, y contemplar, por ejemplo como me da vida el agua y a todos los demás seres de la creación, ver también cuantos sufren y mueren por no tenerla.
Ahora que iniciamos el Adviento, contemplemos a María y a todos los demás seres de la creación, como expresan a su creador, dejando que fluya su amor a través de ellos “Hágase en mí según su Palabra”, sea nuestra oración y acción. Entonces la conversión ecológica consiste en construir la comunión desde los pobres de la humanidad y con los pobres de la creación, escuchar su llanto y llorar con ellos, no para vivir llorando sino para dejar de dañar y pasar del llanto a la alegría compartida.
Se hace la Navidad, la palabra se hace carne en Jesús y también quiere hacerse carne en nosotras/os, es tiempo de dejarnos amar, acoger su amor, si lo hacemos estamos escogiendo, sanándonos y salvándonos en comunión con todos los seres de la creación para terminar…
¿Cuál es el regalo que Dios y la creación esperan de nosotras/os en esta Navidad?
Nos parece que podría ser lo siguiente: Reduce, Revitaliza, Recicla.
Que esta Navidad le demos permiso a Jesucristo para que nazca en nosotras/os, que su sensibilidad sea la nuestra, que Él llene nuestras vidas e iniciemos con Él un proceso de sanación, de maduración, de ser y actuar como Hijas/os de Dios, hermanas/os de todos los seres, imagen de la Trinidad.
Si lo hacemos, Él llenará nuestras vidas, cambiará nuestro comportamiento, reduciendo, revitalizando, reciclando, el cambio de comportamiento cambiará nuestra visión.
Aprendamos de la naturaleza, en ella todo se revitaliza para dar más y mejor vida.
Isabel Camino
Comunidad de Comas - Perú
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