14 de diciembre de 2009

Un retiro de comunión en familia

Habíamos Llegado con un calor bochornos y con mucho cansancio que más que físico era espiritual. Conscientes de que el retiro es un espacio para Dios en nuestras vidas, el viernes a la noche nos quedamos con la meditación del salmo 131 y con la confianza plena en Dios Nuestro Padre.

El sábado amanecimos con una hermosa y copiosa lluvia que daba vida a toda la naturaleza del lugar y nos brindaba Paz y frescura. Con el Padre Pedro por la mañana fuimos recorriendo diversas etapas en la reflexión, revisamos nuestras relaciones más significativas. Por la tarde la Hna. Selva nos introdujo en la meditación y oración acerca del Hijo Pródigo. Nos invitaba a un reencuentro con nuestro Padre Dios y nos preparaba para la reconciliación de ese día. También vimos que la Comunión (Carisma propio de la Sagrada Familia) es don y tarea para nosotros. Lastimosamente también descubrimos que en nuestras relaciones muchas veces levantamos muros en nuestro interior por prejuicios, desconfianza y falta de humildad.

Por la noche durante la ADORACIÓN Eucarística fuimos presentando las voces interiores que hemos Escuchado durante el día, así como también las distintas invitaciones que Dios nos susurró al corazón. Las oraciones de nuestro Buen Padre nos recordaron que a pesar de nuestras diferencias formamos una sola Familia y tenemos la Comunión como tarea.

El domingo fuimos recogiendo todo lo que estos días estuvimos orando y reflexionando sobre todo la importancia de la Comunión con Cristo, con los hermanos/as y con toda la creación.

El retiro fue para todos un tiempo de Gracia, hemos recibido y vivenciado mucho.

Agradecemos la orientación del Padre Pedro, sacerdote alegre y sabio, quien nos ayudó a reflexionar sobre nuestra propia vida.

Agradecemos también el acompañamiento de la hermana Selva quien nos ayudó a ir concretando nuestro compromiso.

El silencio dentro del retiro nos ayudó a vivir la comunión de una manera diferente, sentirnos que estábamos conectados y unidos por un mismo espíritu.

Estoy seguro que con el transcurso de los días este retiro va ir calando en nosotros y lo haremos vida con la Gracia de Dios.

Me despido de uds. con las palabras de nuestro Buen Padre: “Nada podrá detener su carrera ¡sigan adelante!”.

¡Hasta el próximo retiro!

Jesús Encina
Ñemby - Paraguay

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

***