16 de mayo de 2015

Alianza de Amor para toda la vida

Alianza de Amor  para toda la vida



Ana Maria compartilha uma reflexão, em vista de sua consagração final.
Compartilhe algumas luzes certezas e convicções que acompanharam o seu discernimento.


En este tiempo de preparación a mi consagración definitiva quiero compartir con ustedes algunas, luces, certezas y convicciones que me han acompañado en mi camino de discernimiento:

-          Me experimento profunda y tiernamente amada por Dios desde siempre.
-          Me siento invitada a ser presencia de vida, desde su Palabra, en medio de la complejidad histórica que vivimos.
-          Me considero “en camino” junto a quellos/as que buscan razones para creer, motivos para vivir y valores para compartir.
-          Deseo ser una mujer llena de esperanza, testigo del caminar de otros/as, testigo de la ternura de Dios en medio de las personas mas vulneradas y en mis propias fragilidades.
-          Me siento invitada a participar de espacios donde poder aprender de la sabiduría de la vida, de la gente, a dialogar, a vivir desde la tolerancia, el conocimiento y la aceptación del otro/a.
-          Busco vivir desde la pedagogía del amor, siendo libre, creativa y disponible a favor del Reino.

A raíz de lo que venimos reflexionado y compartido en comunidad sobre la vida del Buen Padre y el espíritu de Solo Dios decubro que,    Pedro Bienvenido Noailles es un peregrino constante a la casa de Nazaret, hace de esta visita un itinerario espiritual. Contemplar la Sagarada Familia me ayuda a crecer en la fe, a alimentarla: Dios se hace cercano se hace uno de nosotros viviendo las relaciones cotidianas, plenamente inserto en la sociedad, empezando por la familia.

“Jesús, María y José vivian estrechamente unidos por el amor de Dios”. La espiritualidad de Nazaret es una espiritualidad encarnada, nuestro carisma de Solo Dios abarca todo lo que sentimos, lo que pensamos y lo que hacemos. Exige aprender a mirar, a sentir, a escuchar, a hablar con el corazón. Es un dinamismo que abarca a toda la persona y no excluye nada de nuestra experiencia humana. Las acciones diarias y los gestos ordinarios tienen valor de eternidad. La  rutina de lo cotidiano, es trastocada a cada instante adquiriendo cada vez un significado nuevo.

Para mi Nazaret es la expresión de una manera nueva de revalarse Dios a la humanidad. Esto implica que coloquemos la vida humana como lugar donde Dios habita y se revela: Dios para hacerse encontrar penetra la vida humana “El Verbo se hizo carne” Jn 1, 14, “Jesús es la imagen visible de Dios invisible” Col 1,15.

El sueño de Dios es reunirnos a todos/as sus hijos /as, yo tamabién sueño conque cada persona se pueda reconocer como hijo/a amado/a de Dios y a descubrir toda la creación como parte de esta gran Familia.

Por todo lo compartido, elegí como imagen que me acompañará este tiempo de preparación a los Votos Perpetuos:

-          La Sagrada Familia, sobre el trébol, que expresa la unión de los tres desde Solo Dios. Desde mi infancia comencé a descubrir el Carisma de Comunión que es característico de nuestra Familia, que me invita a buscar siempre lo que une. He tratado de responder a esta invitación desde el amor, el desprendimiento, la entrega y la libertad interior.
-          La Cruz, el sol y la gente, representan a la comunidad reunida, como peregrinos bajo la luz del Resucitado, como las primeras comunidades cristianas.

-          El árbol, como expresión de la diversidad de vocaciones en nuestra Familia, y la creación, como parte de la gran Familia de Dios.


Gracias Señor, por nuestro carisma de Comunión, que nos invita a cada instante de vivir de manera nueva las relaciones, a imagen de la vida trinitaria, manteniendo viva la unidad de todo cuanto existe.
Gracias Señor, porque el Espíritu Santo está en constante movimento, y por él y desde él nos urge readaptar nuestras maneras de
“ser y estar”, siempre al servicio del Reino.
Gracias Señor, por las diversas vocaciones en nuestra Familia, Asociados, Seculares, Sacerdotes, Hermanas Contemplativas y Apostólicas, cada uno desde su vocación específica
unidos por el espíritu de Solo Dios.
Haznos capaces de acoger la diferencia como don y riqueza. Así podremos redescubrir cómo el carisma de Comunión nos abre a toda la comunidad de la tierra en su diversidad  de relaciones que generan vida constantemente. Amen


Ana María Alvarez- Argentina

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